Mujer por qué me ponías
Qué veneno me dejaste
Que me tienes consumío
Mujer, por qué me besaste.
Las letras, las palabras de fandangos, soleares y seguirillas. De alegrías, bulerías, cantiñas y malagueñas. De quejíos y lamentos. De palmas y jaleos. De Andalucía, Extremadura, Cataluña y Murcia. Letras que me erizan el pelo. Flamenco.
Dominguito, con su calorcito, como tiene que ser.
Ya parece que van llegando a Málaga esos días de sol que, por ahora, son maravillosos. Pero que, en breve, lo serán un tantito menos.
Pero hoy se está agustísimo. Y para celebrar un domingo tan agradable, qué menos que un poquito de Manolo Caracol, con un poquito de Melchor de Marchena. Me encantaría ponerlos el video, pero para esto lo único que puedo haceros es poneros el link de Spotify, desde donde la podréis disfrutar, por seguro.
Tengo a don Manuel muy presente este fin de semana. Probablemente será desde el viernes, donde un buen paseo por el (tan mencionado en este blog) Bar Luci, me trajo sabores fandangueros de un par de habituales del lugar, pero que hacía tiempo que no veía por allí. Ojalá no se vuelvan a perder por mucho tiempo.
Qué joya me acabo de encontrar. Qué maravilla. Se escucha bajito, pero merece la pena que le déis volumen a vuestros altavoces y escuchéis esta maravilla dos, tres, catorce veces.
Anoche nos fuimos de ruta. La ruta se compone de dos o tres bares de Málaga que nos encantan, para tomarnos la cervecita tranquilos después de una semana de duro trabajo, y aprovechar para charlar y reirnos de tonterías sin metafísica.
Y uno de estos bares es el de mi primo Cristobal. Si, es el bar Lucy, de el paseo de los Tilos. Cristobal es un tipo especial. Es de esa especie de personas que hacen que la gente se sienta bien, y que hacen que cada momento sea diferente. Ninguna de mis visitas a su bar me ha decepcionado. Todas han sido diferentes y cada una ha sido mejor que las otras. Es la humanidad hecha bar, si esto tiene algo de sentido.
Anoche fue noche de murgas. Ya va llegando el carnaval en Málaga, y las "traviesas de la vía" hacían su espectáculo en el saloncito de Cristóbal. Tenía buena pinta para empezar. Y mejor para continuar, ya que sabía que la cosa iría aflamencándose poco a poco, conforme fuera avanzando la noche. Efectivamente así fue. Un grupete se apartó con una guitarra y una coína empezó a soltarse por unos fandangos estupendos. Buah !! Anoche necesitaba cantar !! Así que no me hice de rogar y a la primera de cambio tuve que cantar yo también un poquito por Paco Toronjo y Agujetas. Me supo a poco, pero acabé muy contento. Estas son las historias que me encantan.
Nos fuimos con la mandíbula desencajada de reir con la murga. Prometen armar jaleo en estos días, así que espero verlos por el centro pronto.
Como aún tengo el sabor de los fandangos en la boca, aquí os dejo uno de Manolo Caracol. A ver si pronto nos reencontramos en el bar de Cristobal y nos echamos unos cantecitos... pero más rato por favor !! :-D
Hacía tiempo que no escuchaba a Manolo Caracol. Ya era hora. Y buena hora. El año empieza con Arcangel y Caracol (por favor, no quiero comparaciones, que ya la tuvimos buena con la Zambra 5.1).
A veces pienso que la voz de Caracol existe en el tiempo porque sin ella no seríamos los mismos los que ahora nos toca vivir. La primera vez que escuché a Caracol un torrente de flamenquismo se apoderó de mi. Visualicé un flamenco puro, ya que no conocía la cara de este artista. Vi el poder de este cante como nunca lo había sentido. Y es por eso que Caracol para mi es el grande entre los grandes. Esta es una de las letrillas que recuerdo de aquellas primeras veces:
Disculpad si no fueran correctas, ya que las escribo tal cual las recuerdo.
Me ha vuelto la Caracolitis. De vez en cuando me da la vena y no puedo parar de escuchar a Manolo Caracol. Esta última vez provocada por la peli Un franco, 25 pesetas, en la que se cuenta la experiencia de una familia emigrante española en suiza, y en un par de escenas se escucha la voz de Caracol de fondo. Magistral. Esta voz y sus infinitas sinfonías engachan como la más pura de las drogas.
... y además vienen de dos en dos... porque acabo de encontrar este material maravilloso y no podía dejar de postearlo:
(*) El fandango original de Caracol decía "a la sombra de mi casa", según las fuentes de la web de las Universidades de Andalucía dedicada al flamenco.
Curioso video acerca de dos de las más grandes figuras que ha dado el flamenco hasta la fecha:
Más fandangos de esos caracoleros.
Qué grande es escuchar la voz de este hombre. Aunque sea sólo poco más de un minuto...
Malagueña de estas de Caracol con el piano de Arturo Pavón.
Me dijo María, una amiga de la web, que si podía poner los fragmentos de las canciones.
Me encantaría ponerlas, pero no sé si esa gente de la SGAE se enfadará mucho conmigo... ;)
Lo que sí pongo siempre que puedo son los videos de youtube que veo que pueden estar chulos.
Bueno, un saludo a María y a todos los demás que visiten la web de vez en cuando.
Estoy escuchando a Manolo Caracol cantando esta soleá del mellizo... y es que es una cosa... la he escuchao cuatro o cinco veces seguías... pa estudiar... como dicen los que saben. A ver si es posible que me aprenda hasta el último ay. Y a lo mejor me atrevo a cantarlo algún día... Aunque como dice un amigo mío: no le pidáis piedras al olmo...
El jueves en el Teatro de Las Lagunas, en Mijas, apareció el genio de Arcángel, con su nuevo espectáculo Zambra 5.1.
Con ese nombre ya podía uno imaginarse por dónde iba la cosa. Se trataba de un homenaje al genio de todos los genios en el mundo del flamenco: Manolo Caracol.
La cosa no tuvo nombre. Empezó interpretando los cantes que Caracol cantó en 1922 para aquel concurso de cante jondo que ganó en Granada, junto con el Tenazas de Jerez. Y terminó con una creación propia que llenó el teatro de ecos diferentes, nuevos y a la vez puros que a todos los que estábamos allí nos levantó en infinitos aplausos.
Apareció también durante el espectáculo, el Arcángel crítico y comprometido. En su saeta, mostró imágenes de dolor, pero no sólo del cristo crucificado, sino de las injusticias del mundo, de la guerra, de la pobreza y el hambre.
Y no le faltó encerrar en el manicomio a aquellos que critican la renovación del cante flamenco. Más cuando a Arcángel no se le caen los anillos ni por cantar más puro que aquel que enarbola la bandera del purismo, ni por cantar cantes nuevos, renovados.
Arcángel demostró el jueves que forma parte de esa élite del flamenco que ya habiendo demostrado que domina el purismo, no se conforma con repetir, sino que se atreve a más. Arcángel no es un artista del montón. Arcángel es un genio. Es un genial, como decía uno en un documental sobre Camarón.
También estuvieron allí una increíble Pastora Galván, que de vez en cuando recordaba a Lola Flores con ese genio y ese movimiento nervioso y sentío.
Y en un homenaje a Manolo Caracol no podía faltar el piano. En las manos de David Peña Dorantes que las notas, entre otras, al Carcelero, Carcelero, que acabó por tangos. Muy curioso.
Eché en falta un Niña de fuego, un mano a mano entre Arcángel y Pastora Galván. Hubiera sido ... la puntilla.
Un espectáculo.
Bueno, os dejo unas letrillas de Caracol. No son las del espectáculo, pero bueno... ;)