Las letras, las palabras de fandangos, soleares y seguirillas. De alegrías, bulerías, cantiñas y malagueñas. De quejíos y lamentos. De palmas y jaleos. De Andalucía, Extremadura, Cataluña y Murcia. Letras que me erizan el pelo. Flamenco.
Mi cariño te ofrecí
yo te adoré como un niño
tu te viniste conmigo
y te burlaste de mi
que Dios me mandó un castigo.
Dos lágrimas de amargura
de tus ojos vi caer
y me mandó mi querer
bebérrmela con locura
en tus labios me clavé
Porque te lo has merecío
yo debía de despreciarte
quiero apartarte al olvío
y yo no hago más que nombrarte
ay que por tí yo voy a perder el sentío.
Ay Carbonerillo. Detrás de tu voz va la mía intentando parecerse, y me gritan los gatos alaridos porque hasta pereza les da arañarme. Qué maravilloso ha sido que uno de nuestros visitantes me recuerde que tengo que poner más temas del Carbonerillo. Porque cada vez que lo escucho ya no puedo parar por una temporada. Ese flamenco antiguo con sabor.
He escuchado esta mañana unos fandangos del carbonerillo en el blog de nuestro amigo Pedro, y no he podido evitar dar una vuelta por los videos que nos enlaza y que son un regalo estupendo en forma de fandangos con una gran personalidad. Aquí os dejo unos fandangos, que le dedico precisamente al maestro Pedro, a quien se le echa de menos pero aparece de vez en cuando para dejarnos estas maravillas.
Que una monomanía fue yo te quise mucho y fue una monomanía de ti me acuerdo llorando y después yo comprendía que el querer me está a mi matando
Tú vas diciendo que no me quieres porque formal yo no soy y ay cuando pasas por mi vera yo siento tu corazón llorar hasta el verte a mi me da pena
Recordando el post de ayer, el maestro Pedro nos trae este fandango de Manuel Vega El Carbonerillo:
La pena grande que se llora, con las lágrimas se va. La pena grande es la pena que no se puede llorar. Esa no se va; se queda.
y que completo con su permiso con estos fandanguillos que canta con el niño Ricardo, para que podamos escuchar los trinos de este gran cantaor sevillano:
mi jaca de muerte hería una ronda la alcanzaba por salvarme galopaba murió salvando mi vía yo por la de ella lloraba
largas carreras le di yo he montao mi jaca y ella trató de tirarme y yo me agarré a la crin que a montar no hay quién me gane.