Las letras, las palabras de fandangos, soleares y seguirillas. De alegrías, bulerías, cantiñas y malagueñas. De quejíos y lamentos. De palmas y jaleos. De Andalucía, Extremadura, Cataluña y Murcia. Letras que me erizan el pelo. Flamenco.
Reza por mi to(do)s los días
dijo mi ma(d)re un día al morir
pero un día se me olvi(d)ó
y fue la tarde que te vi
pero Dios me perdonó.
Condena(d)o
quien le pega un tiro a una liebre
lo deben de condenar
que a una liebre se avasalla
con dos perritos acollara(d)os
y si se va que se vaya.
Por los rincones yo me he metío
a voces llamo a mi mare
y como no me respondía
llamo a la Virgen del Carmen
Yo te he querío, yo no lo niego
yo no he negao que yo te había a ti querío
lo que en el alma a mi me pesa
por tus malinas condiciones
es el haberte conocío
Acuérdate cuando entonces
bajabas descalcita tú a mi a abrirme
y ahora ya no me conoces
Le ruego,
a dios yo le estoy rogando
a mi dios que me me alivie las duquelas
que tiene mi corazón
A la Alameda, a la Alameda
que viene el guarda con la correa
Estos tientos tan bonitos los escuché por primera vez en boca del grandioso Manolo Caracol. Beni de Cádiz no le quita el estilo caracolero, y da gusto escuchar en su voz esta poesía flamenca.
De mi no te me separes que van a llorar de pena los ojitos de mi mare
aunque tú lleves vida mía el antifaz negro de terciopelo siempre te conocería por el color de tu pelo qué pelo, qué pelo, ay qué pelo dios mío de mi alma, qué pelo !!
las rosas lloran su pena a orillas la laguna toda vestía de negro de negro, de negro, ay de negro más solita que la luna.
de huelva vino un jinete con los ojos de aceituna la rosa sigue llorando bajo la luz de la luna
y atravesando los montes lleva un mozo de lucena la rosa sigue llorando no hay pena como mi pena pena, pena, ay que pena dios mío de mi alma, qué pena !!
mira lo que son las cosas por mor de un cariño ciego se está muriendo una rosa
le duele el talle de hermosa pero vestía de negro de negro, de negro, ay de negro parece una dolorosa.