Qué grande es escuchar la voz de este hombre. Aunque sea sólo poco más de un minuto...
En un trono de marfil
mi sangre toca las palmas.
Cuando me acuerdo de ti
compañerita del alma.
Olviarte, yo no pudiera
cien años que yo viviera.
Yo no sé lo que haría
si yo te tuviera otra vez a la verita mía.